sábado, 26 de febrero de 2011

¿Pinta en oros, copas, espadas o bastos?

¿Quién no ha tenido una baraja de cartas en su mano en algún momento de su vida? ¿Os habéis preguntado donde nació? ¿Por qué esos palos y no otros? Seguramente estas curiosidades podréis comentarlas la próxima vez que os reunáis con amigos o familia alrededor de un tapete para jugar unas partidas.

Como en otras muchas cosas, China fue la precursora (en 1120) en crear los conocidos naipes que copan las barajas de cartas, aunque su diseño actual no tiene nada que ver con el de entonces.

En 1375 las cartas llegan a nuestro continente y las figuras orientales fueron sustituidas por otras más parecidas a nuestra cultura en la época.  Heraclio Fournier, descendiente de una conocida familia de impresores de París, edita su primera baraja en 1868. Posteriormente se traslada a Vitoria y funda su pequeño taller de naipes. Si nos centramos en la baraja española descubrimos unas cuantas curiosidades al respecto.


1ª baraja editada por Heraclio Fournier en 1868

En 1889, Heraclio crea la baraja litográfica con 12 colores que terminará siendo muy parecida a la actual, aunque con la peculiaridad de que el As de Oros tiene grabada su imagen.


El retrato de Heraclio Fournier grabado en el As de Oros

Una de las curiosidades que más llama la atención es la ausencia de la figura de la reina. Es la única baraja en el mundo que no la tiene.

¿Qué simbolizan los palos? Las imágenes están inspiradas en el medievo y representan los cuatro estamentos más importantes de la época: Los comerciantes (oros), el clero (copas), la nobleza (espadas) y los siervos (bastos).



¿Sabéis por qué los bordes superiores e inferiores que encuadran las cartas de la baraja española son diferentes según el palo? Seguro que sí, pero como siempre hay rezagados, lo explico. A esto se le llama “Pinta”. Mientras que en los oros la línea está cerrada (no tiene pinta), el palo de copas tiene una pinta, el de espadas tiene dos y el de bastos tres pinta. El fin de esta diferenciación es dificultar la visión de las cartas a todos aquellos a los que se les va el ojillo a las cartas del compañero de al lado. De esta forma, el jugador no necesita extenderlas en forma de abanico para saber sus cartas, basta con desplegarla un poco en su margen superior y obtener así la información sobre el palo, la figura o el número.



No hay comentarios:

Publicar un comentario