El don de la imaginación

¿Por qué en el colegio al que se le daba bien matemáticas era el listo de la clase y al que se le daba bien dibujo era el vago? Muchos compartiréis esta misma percepción sobre nuestros años escolares, ¿verdad?

Hoy es domingo y todos tenemos algo más de tiempo libre, es por ello que quiero compartir un vídeo con el que os aseguro reflexionaréis sobre este tema. Aunque su duración sea de 20 minutos, el tiempo pasa muy rápido cuando escuchas una divertida y amena charla de Sir Ken Robinson, líder mundial en el desarrollo de la creatividad, que resolverá ésta cuestión  acerca del colegio (y otras muchas). Por el camino descubriréis grandes curiosidades que merecen la pena ser escuchadas :)

Si normalmente os hablo de spots publicitarios, marcas, productos, éxitos corporativos por la creación de estrategias empresariales acertadas es porque detrás de ello hay creativos que hacen una labor maravillosa y a los cuales, por suerte, nadie les coartó el don de la imaginación.

Precisamente, esto es lo que trató  Sir Ken Robinson en su conferencia de Monterey (California) en 2006 donde explicó su visión sobre el sistema educativo: el colegio debería ayudar a desarrollar la creatividad de los pequeños, no minarla.

Su discurso no tiene desperdicio… Plagado de anécdotas curiosas nos cuenta el caso de la pequeña de la última fila que está dibujando a Dios, los niños en una función de teatro del colegio, cómo sería William Shakespeare con siete años, y para mi la más sorprendente: como Gillian Lynne llegó a convertirse en la gran coreógrafa que ha diseñado musicales de la talla de “Cats” y “El fantasma de la ópera”.
Las líneas argumentales del discurso de Sir Ken Robinson se basan en varios puntos: los niños arriesgan aunque no sepan; para terminar ideando algo original hay que estar preparado para equivocarse; cuando llegamos a adultos perdemos la capacidad de arriesgarnos por miedo a equivocarnos; y el más sorprendente de todos estos comentarios: si desapareciesen todos los insectos de la Tierra, en 50 años no habría vida que ella, pero si desapareciese el hombre, en 50 años florecería toda la vida sobre la Tierra.

Espero que os guste tanto como a mí. ¡Feliz domingo!